Reformar no es solo obrar

Reformar no es sólo obrar un piso en Ruzafa. Valencia. Cómo alcancé el mejor resultado en un piso «diógenes»

Buenos días, hoy Domingo quiero mostraros cómo Reformar no es sólo obrar en la zona de Ruzafa, un piso en Valencia que estaba en muy mal estado, en el que su anterior propietario tenía síndrome de diógenes. Este piso pertenece ahora a un abogado de Valencia, y vino a nuestro despacho a conocernos con una gran inquietud, con un presupuesto ajustado – no más de 18.000 euros- para reformar su piso recién comprado con una idea muy clara: RECUPERAR SU ESENCIA HISTÓRICA -Es más mi pensamiento interno me decía que debíamos potenciarlo-.

Empezamos con la REFORMA del piso.

Lo primero que hicimos fue limpiarlo a fondo, medirlo, y levantar los planos de la vivienda para poder establecer los planos del diseño final, además de planificar la obra adecuadamente (establecer los muros a demoler, los costes de la reforma, la estrategia que marcará la funcionalidad más rentable,  la orientación de los diferentes espacios, etc..)

Como arquitecto, y constructor, bajo mi experiencia particular, toda obra debe estar planificada al milímetro, no hay espacio para la improvisación, ya que esto normalmente suele causar pérdidas de tiempo en la obra, dinero al cliente, además de desorientación en las obras. El diseño queda ceñido a la funcionalidad, y a la luz, por lo que estos deben ser planificados desde su origen en la redacción del proyecto de reforma y rehabilitación.

Reconociendo a mi cliente.

Una vez hicimos los planos de arquitectura para REFORMAR, y después de varías reuniones con Mrs.X -mi cliente- en las que pude darme cuenta cuales eran las necesidades de Mrs. X a la hora de empezar la obra. Pude empezar a diseñar los espacios atendiendo a su «modus vivendi» te cuento: Mrs.X es una persona que vive sola, le gusta realizar cenas con sus compañeros, y amigos -estos son los que normalmente se divierten cocinando- entre fuego y fuego se toman sus vinos, cava, Coca-cola antes de la cena.

A Mrs. X le encanta leer libros en el salón un domingo por la mañana con una taza de café bien caliente. Por la noche, sobre todo cuando llega del trabajo, mientras enciende la «tele» suele pasarse horas navegando por internet. Suele dormir con la radio puesta, -creo que por aquello de sentirse acompañada-.

De vez en cuando -creo que todos los fines de semana ;-)- algún familiar, amig@ se suele quedar en casa a pasar el día entero. Suele queda,r por la tarde sobre las 17.30, a tomar un café ó bien algún Dry Gin, en una sitio en el que hay música jazz en directo «café mercedes» en la misma zona de RUZAFA, Valencia.

Conocer su estilo de vida, siempre me ayuda mucho a entender el espació de la REFORMA que necesita, y alcanzar un resultado excepcional

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Salón integrado con la cocina. No unido

Os acordáis de James Bond «Disculpe Señor, póngame un Martini con Vozka, agitado, no removido». Pues aquí lo mismo, el salón integrado con la cocina, pero no revuelto. En muchas ocasiones, me encuentro con reformas de pisos en los que los salones se unen a las cocinas de manera simplona, y sin pensar en que ambos espacios no deberían estar unidos con tan poco esmero, ya que el resultado será el propio de un estudio en el que se trata de aprovechar los metros, en vez de un trabajo de «unión categorizada» -perdón por el palabro- me explico.

Si vas a unir dos espacios, cada uno debe tener su personalidad e idiosincracia -vamos su gracia- y deben estar bien distinguidos, no sólo por el mueble, sino por elementos que de manera sutil consiga la únión. En ocasiones puede ser simplemente la pintura, un cuadro, y si me aprietas hasta incluso la propia vajilla. Por lo que Reformar no es solo obrar, sino mucho más!

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